La adolescencia es una época muy convulsa, donde los chicos y las chicas se enfrentan a grandes cambios. Dejan de ser niños pero aún no son considerados adultos, por lo que es especialmente difícil para ellos hacerse entender o, incluso, comprender ellos mismos sus sentimientos encontrados. Esto les puede llevar a épocas de gran confusión y sufrimiento, que afectarán a los estudios, a las amistades y a las relaciones familiares, pudiendo llevar a situaciones de mayor gravedad. Nuestro trabajo es, por un lado, ayudar a estos jóvenes a readaptarse ofreciéndoles una oportunidad de conocerse, para seguir creciendo y desarrollándose como adultos; y por otro, acompañar a las familias a liberarse de la impotencia y el miedo y recuperar la comunicación con sus hijos.

Algunos de las problemáticas que encontramos en terapia con adolescentes son: