Son más de una las mamás o papás que, en estos días locos, me comentan lo sorprendidas que están con sus hijos e hijas de lo bien que lo están llevando. Y es que, aunque la situación sea muy dura, los niños/as tienen una gran capacidad de adaptación, sobre todo si se sienten acompañados. Quizás la peor parte la tienen los papás y las mamás que, junto con la preocupación de la alarma social, tienen que compaginar el teletrabajo, las tareas de casa, hacer los deberes del colegio y acompañar a los peques, todo en el mismo lugar.

Por eso, he decidido escribir algunas recomendaciones que espero os puedan ayudar a manejar mejor esta nueva realidad en casa. Hoy comenzaré con los más pequeños, los niños y niñas que están ahora en Infantil y/o Primaria.

  1. Es esencial establecer unas rutinas para todos. Esto significa que deberemos mantener unos horarios y un cierto orden. Las rutinas dan tranquilidad porque sabemos lo que viene después y eso nos proporciona una cierta ilusión de control.

 

  1. Establecer un horario de «cole». Es importante acotar unas horas que dedicaremos a las tareas que les mandan del cole. Ni podemos pretender que dediquen el mismo tiempo que dedicarían estando en el cole, ni dejarles que lo pospongan y lo vayan haciendo a ratos, porque entonces estarán «pringados» con los deberes todo el día, sin poder hacer otras cosas que les diviertan o ilusionen.

 

  1. Bajar nuestro nivel de exigencia. Aunque tratemos de mantener una cierta normalidad, no podemos pretender que la vida siga igual. Así que una manera de tomarnos las cosas con más calma es bajar nuestra exigencia. Y cuando hablo de exigencia, no me refiero sólo con ellos, por ejemplo tratando de que lleven todas las tareas del cole al día, sino también con nosotros mismos. Tratar, por ejemplo, de que la casa esté igual de limpia y ordenada, es imposible. Nuestra casa ahora para ellos es sinónimo de colegio, calle, parque… y hasta campo de futbol si cabe. Que nuestra prioridad número 1 sea la convivencia.

 

  1. No exponerlos demasiado a las noticias. Es comprensible que en esta situación queramos estar informados de cómo van desarrollándose los acontecimientos, pero teniendo en cuenta que estamos todos en casa 24h, necesitamos evitar que los niños se vean expuestos a demasiada información que difícilmente van a poder comprender.

 

  1. Dales un espacio para expresarse. Para que los niños y niñas puedan sacar sus emociones, es importante que sientan que tienen el permiso para ello y la mejor manera de dárselo es mostrándonos disponibles. Pregúntales cómo están, cómo se sienten y cuéntales cómo estás tú, adaptando tus palabras a lo que ellos puedan comprender. Es importante tratar de ponerse en su lugar y validar todo lo que nos expresen por pequeño o simple que nos parezca. En el caso de familias en las que haya fallecido alguien estos días, será importante también que dediquéis un momento a hablar de ello, explicándoselo con paciencia, ofreciéndoles un abrazo donde se puedan derrumbar y acompañándoles a despedirse con una carta o un dibujo.

 

  1. Dedica un tiempo del día a jugar con ellos/as. La imposibilidad de juntarse con otros niños/as, nos convierte inmediatamente en sus colegas de juego. Especialmente para aquellos que no tienen hermanos/as de edades parecidas. Puede que no estés acostumbrado y hasta te sientas incómodo jugando, pero no se trata de hacer grandes cosas, solamente dedícale un tiempo y deja que él te muestre cómo juega, qué hace y que comparta contigo sus historias.

 

  1. Ayúdale a estar en contacto con sus iguales. Dado que no van a poder ver a sus amigos/as o primos/as durante bastante tiempo, puede ser buena opción que les ayudes a mantener el contacto con ellos/as a través de la video-llamada, el teléfono o incluso los chat o redes sociales. Aunque no habías considerado que tuvieran ya edad para usar estas aplicaciones, con tu supervisión pueden ser una buena herramienta para no perder el contacto. Si son ya más mayores, puedes incluso dejarles el móvil o el dispositivo que utilices, y darles un tiempo para que compartan, hablen y rían de sus cosas con cierta «intimidad». Esto les ayudará además a ver que otros se sienten igual que ellos y les animará para seguir con los días que les quedan por delante.

 

  1. Mantenerles en contacto con la naturaleza. Aunque estemos cerrados en un pequeño piso, podemos buscar la forma de estar en contacto con la naturaleza a través de las plantas, las mascotas o incluso a través de las ventanas. Enséñales a cuidar de las macetas de casa, a observar cómo van creciendo las plantas y saliendo las flores. Asómate con ellos a la ventana y muéstrales cómo brota la primavera en las ramas de los árboles. Si tu casa da a un patio interior, juega a escuchar los sonidos del exterior, descubriendo el píar de los pájaros o la lluvia caer. El contacto con la naturaleza les llena de vida, les devuelve la ilusión y les ayuda a ver que, aunque hayamos bajado el ritmo y parezca que nos hemos detenido en el tiempo, el ciclo de la vida continúa.

 

  1. Hacer ejercicio juntos. Es posible que los profesores de Educación Física les manden actividades que podéis hacer, pero sino busca en internet algún video que te guíe en una clase de yoga, pilates o baile que os sirva para moveros y reíros. Este ejercicio les sirve para soltar endorfinas, además de cansarse y, por lo tanto, dormir mejor por las noches.

 

  1. Buscad ratos de silencio. Cuando somos muchos en casa, inevitablemente hay mucho ruido y estímulos a todas horas. Pero si encima no podemos salir en todo el día, la cosa se complica. Hacer unos minutos de relajación o meditación, puede ayudar a bajar esa intensidad y evitar que terminemos tensionándonos y gritándonos los unos a los otros. Hay muchos videos en internet que os podrán guiar, pero sino simplemente colorear un mandala en silencio, tumbarse en el sofá con los ojos cerrados observando nuestra respiración o escuchar una canción de música clásica, ayudará a bajar los decibelios y a parar no sólo el ruido exterior, sino el rondar de los pensamientos, las preocupaciones y el exceso de información de nuestras cabezas.

 

Hasta aquí por hoy. En los próximos días, iré colgando más ideas y propuestas para ayudaros a llevar a cabo cada una de estas recomendaciones.

¡Ojalá os sea de ayuda! Mucho ánimo, familias.