Vivimos en nuestro cuerpo pero apenas nos relacionamos con él. Sin embargos es a través de él como sentimos y conectamos con nuestras sensaciones y emociones más reales. Lo que ocurre es que, desde pequeños, se nos educa y facilita conectar con la mente, la lógica, el razonamiento y el pensamiento, pero no con las sensaciones y las emociones. Pasamos mucho más tiempo en lo mental, haciendo construcciones razonadas de esas sensaciones, que conectando con ellas y dejándolas hablar sin juicios ni guiones.

Se ha hablado mucho de la Inteligencia Emocional, de conocer las emociones y aprender a gestionarlas. Pero para eso necesitamos conectar con ellas. Saber cómo se manifiestan en tu cuerpo. Conocer las señales que nos dan, las sensaciones que nos producen y dejarlas fluir. Porque a veces, no es que no sepamos gestionarlas, es que no sabíamos ni que estaban ahí.

Proponemos, por tanto, un trabajo corporal a través de la Danza Movimiento Terapia. La DMT se basa en la conexión entre moción y emoción y utiliza el cuerpo como herramienta de trabajo para la integración emocional, cognitiva y física del individuo y sus experiencias.

Algunos de los beneficios que los/las participantes podrán obtener a través de la danza y el movimiento son:

• Dejarse fluir, sin censura, permitiéndose dar forma a los propios impulsos y necesidades, para acceder a emociones que no se pueden verbalizar.
• Desarrollar sentimientos de inclusión, satisfacción y empoderamiento, pues independientemente a sus habilidades y capacidades, todos pueden participar en una sesión de DMT. Por lo que su autoestima y confianza en sí mismos también se verán reforzados.
• Disfrutar de un espacio libre de juicios, expectativas o evaluaciones, donde relajarse, soltar tensión y desinhibirse.
• Despertar su creatividad, tan olvidada y sin embargo tan necesaria y útil en un momento como el que enfrentan